El azul es el color que más asociamos con la simpatía, la armonía, la amistad y la confianza, todos ellos sentimientos que se alcanzan con el tiempo y que se basan en la reciprocidad. Recuerdo una cita a ciegas que tuve hace un tiempo en la que escogí ponerme una camisa azul precisamente para fomentar estas impresiones. Más tarde ella me confesó que se sintió muy cómoda y que le transmití confianza desde el primer momento gracias a este detalle (dudo mucho que dijese lo mismo si se le hubiese presentado delante Homer Simpson por ejemplo).
Es también el color de la fidelidad. Por ejemplo determinadas flores de este color simbolizan esta cualidad tales como la madreselva, la flor del cardo o el nomeolvides. De esta última se dice que recibió su nombre por un hombre que recogía estas florecillas de la orilla de un río para su amada; cayó al río y, antes de ahogarse gritó: ¡no me olvides!…Desde luego, ¡mira que nos gustan las historias!
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